Experiencias recorriendo colegios de Argentina.
Desde el año 2018, junto a dos docentes, me dedico a recorrer algunas localidades del país enseñando #impresión3D en escuelas secundarias.
En estos años que llevamos recorriendo muchos kilómetros, con una impresora en el auto, un par de piezas impresas y un mundo de conocimiento.
Algo que para mí es cotidiano, no lo es para estudiantes, docentes y directivos al ver instalar en su aula un aparato extraño que al funcionar va creando el objeto que diseñaron en su laptop. Parece algo de otro planeta.
Una experiencia, casi mágica, que posiblemente no podrían acceder desde su localidad, porque a veces nos ha tocado ir a parajes o pueblos muy pequeños y aislados que no llega NADA, mucho menos la tecnología.
Al regresar, ya una vez en la ruta, y a pesar del cansancio acumulado por las horas de viaje y de enseñanza, siempre he sentido una gran satisfacción al observar las expresiones en los rostros de estos jóvenes.
Haberles brindado la oportunidad de aprender a utilizar una impresora 3D y darse cuenta de que, desde su pequeña localidad, pueden trabajar para cualquier parte del mundo, que ellos también tienen oportunidades a pesar de sus condiciones y de no vivir en grandes ciudades, es realmente gratificante.
Entonces es ahí donde me preguntaba: qué tan poco significa en valor económico llegar a estos sectores para nosotros, pero cuántas oportunidades creamos o cuántas chispas de inspiración encendemos como docentes de tecnología cuando compartimos y demostramos la tecnología a jóvenes que se encuentran en una etapa crucial de tomar decisiones sobre su futuro después de la escuela.
Porque, SÍ, es completamente posible trabajar en diseño 3D o impresión desde cualquier lugar, sin límites geográficos.
Entonces, es aquí, donde considero que es de suma importancia acompañarlos en esta fase crucial de sus vidas, mostrándoles las herramientas disponibles y brindándoles una perspectiva completa de las aplicaciones y posibilidades de la tecnología.
Es esencial que tanto el sector privado como el público, junto con las universidades e instituciones educativas, faciliten estas herramientas. Aunque nuestra intervención sea mínima, ya estamos generando una oportunidad que posiblemente de otra manera este joven no tendría, evitando así la necesidad de abandonar su pueblo y permitiéndole aportar valor a su comunidad.
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